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Ecuador y Estados Unidos firman acuerdo comercial que dinamizará puertos y exportaciones

  • Redacción DPE
  • hace 12 minutos
  • 2 Min. de lectura
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El acuerdo marco entre Ecuador y Estados Unidos representa una oportunidad estratégica para reposicionar al país en el comercio global, dinamizar sus puertos y fortalecer su reputación como socio confiable. Más allá de los beneficios arancelarios, el pacto exige visión institucional, articulación público-privada y una narrativa de país que combine competitividad con sostenibilidad.

En un giro significativo para la política comercial ecuatoriana, el gobierno de Ecuador anunció la firma de un acuerdo marco con Estados Unidos que permitirá la reducción progresiva de aranceles en productos clave para ambos países. El pacto, celebrado en Washington el 13 de noviembre, marca un hito en las relaciones bilaterales y abre nuevas oportunidades para el sector exportador, logístico y portuario ecuatoriano.

Un acuerdo con visión estratégica.

El documento, denominado “Acuerdo Marco de Facilitación Comercial y Cooperación Económica”, establece compromisos recíprocos en materia de acceso a mercados, estándares técnicos, comercio digital, sostenibilidad ambiental y propiedad intelectual. Según el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, el acuerdo permitirá que más de 300 partidas arancelarias ecuatorianas accedan al mercado estadounidense con tarifas reducidas o nulas.

Entre los productos beneficiados se encuentran camarones, flores, frutas tropicales, cacao, textiles, manufacturas ligeras y ciertos derivados pesqueros. A cambio, Ecuador reducirá aranceles para maquinaria, insumos médicos, tecnología, vehículos eléctricos y productos agrícolas estadounidenses.

Impacto en los puertos: más carga, más competitividad

La Cámara Marítima del Ecuador y operadores logísticos como Contecon y DP World han celebrado el acuerdo como una oportunidad para dinamizar el flujo de carga en puertos estratégicos como Guayaquil, Posorja y Manta. Se estima que el volumen de exportaciones hacia EE.UU. podría crecer entre un 12% y un 18% en los próximos dos años, lo que implicaría mayor rotación de contenedores, inversión en infraestructura y generación de empleo en zonas portuarias.

“El acuerdo no solo mejora condiciones arancelarias, sino que posiciona a Ecuador como socio confiable en cadenas de valor globales. Esto puede atraer inversiones logísticas, fortalecer zonas francas y consolidar rutas marítimas directas con puertos como Miami, Houston y Los Ángeles”, señaló Verónica Salazar, analista de comercio exterior.

Contexto político y proyección internacional.

La firma del acuerdo se produce en el marco de la presidencia de Daniel Noboa, quien ha priorizado la apertura comercial, la atracción de inversiones y la modernización institucional como pilares de su agenda internacional. El embajador ecuatoriano en Washington destacó que este pacto “refuerza la confianza mutua y sienta las bases para una futura negociación de un tratado de libre comercio más amplio”.

Por su parte, el Departamento de Comercio de EE.UU. valoró el compromiso ecuatoriano con estándares laborales y ambientales, y anticipó que el acuerdo facilitará la cooperación en seguridad alimentaria, trazabilidad y comercio digital.

Desafíos y oportunidades

Aunque el acuerdo ha sido recibido con entusiasmo por gremios exportadores y operadores logísticos, expertos advierten que su implementación requerirá ajustes normativos, fortalecimiento de capacidades técnicas y mejora en infraestructura aduanera. También será clave garantizar que los beneficios lleguen a pequeños productores y empresas medianas que dependen de la exportación.

“Este acuerdo puede ser un catalizador de transformación institucional si se acompaña de políticas públicas inclusivas, inversión en conectividad y formación técnica en comercio exterior”, afirmó Carla Espinosa, docente de economía internacional.

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